Se supone que tendría que hacer unas primeras impresiones de uno de los niveles que incluye Astro’s Playroom para PS5, pero en realidad lo que me sale ahora es hablar del DualSense. No mentían los que ya lo habían probado con anterioridad: el nuevo mando de PlayStation es sorprendente.
He estado probándolo hace un rato durante al menos un par de horas seguidas gracias a la PS5 que nos ha hecho llegar Sony, así que esto son unas primerísimas impresiones, pero no quería dejar pasar la oportunidad de comentarlo en caliente. Ya habrá tiempo de entrar más en profundidad de cara al análisis de la consola.
Lo primero que llama la atención del DualSense es su comodidad. Es ligeramente más grande y pesado que el DualShock 4, lo justo como para dar la sensación de mando nuevo sin dejar de lado la familiaridad. Es, sencillamente, una evolución de un mando que ya era bueno y cómodo.
La parte trasera es ligeramente rugosa y, con una buena lupa, o con la ayuda de una cámara, veremos que esa rugosidad la forman unos minúsculos triángulos, cuadrados, círculos y equis. Es un detalle que pasa completamente desapercibido a simple vista y que también está presente en la cara interior de la carcasa de la propia consola. En el unboxing de PS5 que hizo ayer el gran Marques Brownlee lo podemos ver, concretamente en los minutos 3:25 (carcasa) y 7:35 (mando):
Por lo demás, tanto la cruceta como los botones, los sticks y los gatillos ofrecen una buena sensación al tacto y son cómodos. Como decía antes, no voy a entrar muy a fondo por ahora en cada uno de los detalles, sino que quiero hablar de lo que sucede con el mando cuando estás jugando.
Gatillos adaptativos, la nueva sensación
Lo único de lo que puedo hablar es de uno de los niveles del Astro’s Playroom, el juego que viene preinstalado en todas las PS5 y que sirve precisamente para dar a conocer las bondades del DualSense. Y vaya si lo consigue.
Se trata de un plataformas de los de saltar mucho y recoger monedas donde controlamos al ya conocido robotito Astro. En este nivel en concreto del que puedo comentar algo, básicamente aprenderemos que está muy guay hacer doble salto, que podemos enfundarnos un traje cuya cremallera cerraremos usando el panel táctil y sobre todo, que los nuevos gatillos adaptativos del DualSense son alucinantes.
El traje del que os hablo sirve para ser un muelle. Una vez con él puesto toca olvidarse de los sticks para movernos y de los botones para saltar o atacar: únicamente se juega con los sensores de movimiento para inclinar el mando y elegir hacia dónde queremos saltar y los gatillos para ejecutar dichos saltos. Y ahí sucede la magia.
La suma de la resistencia que ofrecen los gatillos (totalmente ausente cuando vamos con el robot normal), los sonidos de muelle que salen del altavoz del mando y las propias animaciones del personaje nos harán creer que realmente estamos controlando un muelle.
El muelle, ¡el muelle!
La sensación ha sido similar a la que me produjo la vibración HD de los Joy-Con de la Nintendo Switch cuando la sentí por primera vez. Me ha pillado por sorpresa, la verdad. Esperaba algún tipo de respuesta novedosa al usar el DualSense, pero no que los gatillos pudieran ofrecer la sensación que ofrecen.
Evidentemente todo queda en manos de los desarrolladores. Cuando salió la PS4 pensamos que el panel táctil del DualShock 4 nos iba a traer nuevas formas de interactuar con el mando que acabarían resultando en nuevas y curiosas mecánicas en los juegos. A la larga hemos comprobado que prácticamente ningún juego de PS4 le ha sacado partido más allá de ser usado como un botón más que pulsar.
En manos de los desarrolladores, decía, queda la opción de integrar en sus juegos opciones que saquen provecho de las nuevas funcionalidades del DualSense o no. Así de entrada y sin haberle dado muchas vueltas, creo que en un género como el de los shooters, tanto en tercera como, sobre todo, en primera persona, lo que ofrece la tecnología que llevan los gatillos puede hacer que cada arma se sienta distinta de forma física y no sólo a nivel visual y sonoro. También en los juegos de conducción se puede aprovechar para dar distintas sensaciones.
Nada más por ahora, voy a seguir jugando para ver qué más cosas esconden tanto el mando como la consola (si estáis pensando en reservar una PS5 pasaos por aquí). Por lo pronto, el DualSense está resultando ser una agradable sorpresa y espero que durante los próximos cinco o seis años podamos ver muchos más juegos aprovechando estas opciones.
Vía | Xataka
Escrito por | ALEX CD
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