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La cara sí que podría ser el espejo del alma, según los algoritmos de visión artificial.


Más allá de los conceptos lombrosianos que ya fueron almacenados en el baúl de las pseudociencias, la inteligencia artificial sí que parece haber hallado correlaciones entre nuestra cara y nuestra personalidad.


Es lo que sugiere un nuevo estudio publicado en Nature cuyos resultados señalan que las fotografías de la vida real tomadas en condiciones no controladas pueden utilizarse para predecir los rasgos de personalidad mediante algoritmos de visión por ordenador.


Big Five


En psicología, el Modelo de los cinco grandes (o simplemente Big Five) es una taxonomía o clasificación de rasgos de personalidad que analiza la composición de cinco dimensiones de personalidad en su sentido más amplio, y pueden correlacionarse con determinados rostros, según el citado estudio. Los cinco grandes serían: Apertura a la experiencia, Conciencia, Extraversión, Amabilidad y Neuroticismo.


Según el estudio, estos tipos de rostros se correlacionarían con tales dimensiones de la personalidad:

La muestra inicial incluyó a 25.202 participantes que completaron el cuestionario y cargaron un total de 77.346 fotografías. Finalmente, se entrenaron redes neuronales artificiales (ANN) en un gran conjunto de datos etiquetados para predecir las puntuaciones.


No se sabe muy bien si estas correlaciones tienen un verdadero vínculo causal y por qué. Pero si lo tuvieran, hay varias razones teóricas para esperar asociaciones entre las imágenes faciales y la personalidad.


Primero, los antecedentes genéticos contribuyen tanto al rostro como a la personalidad. Además de dar forma al rostro, los genes también juegan un papel en el desarrollo de diversos rasgos de personalidad, como el comportamiento frente riesgo, y la contribución de los genes en algunos rasgos supera la contribución de los factores ambientales.


Nuestro cerebro, de forma intuitiva, también hallaría más bello o confiable un rostro basándose en patrones de la cara, tal y como también detectamos inconscientemente la salud de la otra persona, como sugería un estudio de hace unos años, dirigido por investigadores de la Universidad de Macquarie, que desarrolló un nuevo modelo informático que puede predecir el estado de ciertas características de salud simplemente mediante el análisis de la cara de una persona.


El estudio, que fue publicado en la revista Frontiers in Psychology, muestra que el modelo es capaz de detectar información sobre el IMC, grasa corporal y los niveles de presión arterial.


Esto nos permite identificar las personas sanas para aparearse o para formar relaciones de cooperación, es un mero mecanismo evolutivo, que ahora los algoritmos han aprendido a indentificar de forma mucho más certeza. Podéis ahondar en todo ello en el siguiente vídeo:



Escrito por | SERGIO PARRA

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